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Debate sobre el Estado de la Autonomía: PSdeG y BNG escenifican unidad ante el PPdeG en el último debate de la legislatura marcado por la crisis

El jefe del Ejecutivo gallego arrancó el debate reclamando al presidente del PPdeG "unir fuerzas" para afrontar la situación de desaceleración económica y anunció medidas extraordinarias de apoyo al empleo y a la actividad económica dotadas con 430 millones de euros y que tienen como objetivo incentivar la contratación de 20.000 trabajadores. Entre otras iniciativas, se subvencionará con 10.000 euros a las empresas por cada contrato indefinido que firmen con un trabajador que lleve más de un año en paro.

Ante la llamada a la unidad de Touriño, el líder de la oposición puso su agenda "a disposición" de las otras fuerzas políticas y consideró necesario que se reúnan "ya" para buscar propuestas conjuntas a la crisis, de la que responsabilizó "en buena medida" al bipartito. No obstante, las invitaciones cruzadas de los dirigentes políticos a dialogar en esta y en otras áreas no llegaron a concretarse en una reunión. Feijóo reclamó un "plan de austeridad" y, al respecto, avisó de que "no llega" con congelar los sueldos de altos cargos. A mayores, abogó por reducir el número de consellerías y de asesores, los gastos de representación, y los coches oficiales. "Se acabaron los Audis en la Xunta de Galicia", dijo en relación a la marca de los vehículos de la mayoría del Gobierno gallego. Frente a ello, Anxo Quintana le recordó que fue él "quien los compró" cuando pertenecía al Ejecutivo autonómico y se preguntó, irónicamente, si "ya no le gusta la marca o tiene otro compromiso". Propuso como fórmula para paliar la crisis utilizar "el autogobierno" para gestionar Galicia en todos sus ámbitos ante el "fracaso del ultraliberalismo" y abogó por "construir un espacio propio" frente al eje "acrítico" formado por "Madrid-Bruselas-Washington". Finalmente, Touriño acusó a Feijóo de "pasar de puntillas" sobre la crisis e interpretó que afrontó el debate en clave electoral, para finalmente volver a hacer una apelación al consenso para salir de la crisis.

El jefe del Ejecutivo gallego se mostró muy crítico con el líder de la oposición y le acusó también de haber roto los grandes consensos en Galicia, así como de haber pasado de defender a España como una "nación de naciones" en el año 2003 a negarse a aceptar esta definición para la comunidad cuando se abordó la reforma del Estatuto, en lo que calificó como "travestismo político". Precisamente, la cuestión de la revisión estatutaria se convirtió inesperadamente en uno de los ejes del debate, después de que el vicepresidente de la Xunta propusiese retomar "ya" las negociaciones para reformarlo y alcanzar un acuerdo antes de las próximas elecciones con el compromiso de los tres grupos para renovar el marco vigente el primer año de la nueva legislatura con legislación en los ámbitos de la financiación, infraestructuras y lengua.

El líder de la oposición respondió a Quintana que no tiene "ningún problema" en abordar la reforma "esta misma noche" si los socios de la Xunta presentan una propuesta conjunta. En todo caso, recriminó a Touriño que prefiriese "mantener su gobierno" a aprobar un nuevo Estatuto con el PP y, en este caso, se mostró convencido de que el BNG se hubiese sumado finalmente para "no quedar otra vez fuera del consenso". También llamó a "recuperar la unidad" en materia lingüística, el tercero de los tres ámbitos donde los tres líderes se ofrecieron pactos, sin llegar a concretarlo. Xunta y oposición se acusaron mutuamente de romper el consenso en esta cuestión, de modo que Touriño reprendió al PP por usar el idioma como "elemento de división y rédito electoral" y Quintana auguró que los populares se están convirtiendo "en activos partidarios de la eutanasia de la cultura y de la lengua". Mientras, Feijóo lamentó que "donde antes había convivencia, la Xunta esté a punto de generar un conflicto".

Por último, el presidente gallego reiteró su ofrecimiento a trabajar juntos para salir de la crisis y "no para afrontar las elecciones", en referencia a Núñez Feijóo, a quien también mencionó el líder nacionalista, que le acusó de "amoral" por postularse como próximo presidente de la Xunta. Por su parte, el popular cerró su intervención en el tercer y último debate de política general de la legislatura dando por hecho que el PP ganará los comicios autonómicos y diciendo "adiós al bipartito" tras darle las "gracias por nada".

PSdeG y BNG reclaman que la Xunta participe en la gestión de aeropuertos. Piden que Fene pueda hacer buques civiles

Los Grupos Parlamentarios de PSdeG y BNG instan al Gobierno gallego a que impulse la apertura de negociaciones para conseguir la participación de la Administración autonómica en la gestión de las infraestructuras aeroportuarias de Galicia y también recuperan la demanda de que Navantia Fene pueda volver a fabricar buques civiles.
Socialistas y nacionalistas reclaman en una de sus 31 propuestas de resolución que serán sometidas a votación en el Debate sobre el Estado de la Autonomía que la Xunta negocie con el Estado su participación en la gestión de Alvedro, Lavacolla y Peinador, como ya hacen Cataluña y Madrid en los aeropuertos de El Prat y Barajas. Así, el viceportavoz del Grupo del PSdeG, Xaquín Fernández Leiceaga, consideró que es "el momento adecuado para no quedarse atrás" después de que el Gobierno central abriese la puerta a la participación autonómica en Barajas y El Prat, y concluyó que "es importante" que la Xunta esté presente en la gestión de las infraestructuras aeroportuarias gallegas.

También en el ámbito de las infraestructuras, los socios de Gobierno instan al Ejecutivo autonómico a crear un Ente Gestor de Infraestructuras Ferroviarias para la gestión de las cercanías y para impulsar, en colaboración con los ayuntamientos, nuevas iniciativas de movilidad para mejorar el transporte público. No obstante, el portavoz del BNG, Carlos Aymerich, justificó dejar fuera de las propuestas otras demandas de infraestructuras en las que se ha iniciado algún proceso, como en el caso del AVE a Galicia, en el que hay un compromiso para que esté operativo en 2012. En este sentido, entendió que, junto con la reclamación del voto emigrante en urna, "no es necesario reiterarla" en el debate de hoy.

En general, las propuestas de socialistas y nacionalistas están efectuadas "en clave gallega", en palabras de Leiceaga, con la primavera del año que viene como horizonte de resolución por la proximidad de las elecciones autonómicas, "para que se puedan llevar a cabo en lo que queda de gobierno". Sin embargo, hay iniciativas que van más allá de ese período y que afectan a otras administraciones, como la ya citada de los aeropuertos o una en la que instan a la Xunta a que prosiga con las actuaciones encaminadas al retorno del astillero de Fene a la construcción naval civil. En este sentido, la Cámara autonómica ya ha reclamado por unanimidad en ocasiones anteriores que la Sociedad de Participaciones Industriales (SEPI) permita desafectar los terrenos ociosos de la antigua Astano para que en ellos se puedan construir buques civiles.

El diputado socialista admitió que es una "iniciativa de largo alcance que tiene complicaciones" y, tras recordar que ya hubo un acuerdo unánime de la Cámara en ese sentido, explicó que esta propuesta "permite seguir manteniendo la tensión negociadora para avanzar en esta cuestión". Por su parte, Aymerich lamentó que no se adopte el "mismo tratamiento" en el caso del astillero que con las entidades bancarias, a las que se les está "dando ayudas", por lo que incidió en la necesidad de que Navantia-Fene vuelva a la construcción civil como herramienta "contra la crisis".

También en el ámbito económico e interadministrativo se enmarca la petición de PSdeG y BNG para que la Xunta defienda ante el Estado y la Unión Europea que se establezcan normativas que regulen los márgenes comerciales de las materias primas alimentarias de primera necesidad, para evitar especulaciones y darle mayor transparencia al mercado.
Asimismo, propugnan la creación de un observatorio de precios de los productos de la pesca, el marisqueo y la acuicultura y, en el mismo sentido de lo abordado ayer en el debate, reclaman a la Xunta que fortalezca las medidas para hacer frente a la crisis económica. Además, socialistas y nacionalistas insisten en la necesidad de que en la revisión del modelo de financiación autonómica es necesario defender que se tengan en cuenta la totalidad de los servicios, que se recoja la dispersión y el envejecimiento de la población entre los criterios de reparto y que se avance en un espacio fiscal propio para Galicia.

Finalmente, ambos grupos piden que la Xunta pueda gestionar los recursos en materia de suelo de vivienda residencial, de manera que la inversión sea "directa" y "completamente territorializada", con el objetivo de conseguir una "mayor operatividad" en la ejecución de las políticas en esta materia. En esta línea, la última de las resoluciones presentadas por los grupos que apoyan al Gobierno pide "equiparar" los beneficios fiscales de las actuaciones de rehabilitación en Galicia a través de programas autonómicos y estatales.