Cuando uno se considera liberal no puede escandalizarse porque las empresas privadas interaccionen con la administración. De hecho es lo más normal, desde ese punto de vista, que los servicios al ciudadano se presten a través de empresas privadas y que las instituciones simplemente estén ahí para controlar las condiciones en que se cumple esa función.
Ejemplos de esto los tenemos en abundancia, y sin ir más lejos en Lugo contamos con diversas muestras como la recogida de basuras, la gestión de los recursos culturales, de los centros sociales, los jardines... y los autobuses.
El tema de los buses en Lugo es para hacérselo mirar. A las habituales quejas de los usuarios de sus escasas frecuencias y absurda ausencia de coordinación que hace que estés tirado en una parada 50 minutos para que de repente veas como vienen 4 o 5 buses juntos, hay que añadir la total ausencia de información fiable. En muchísimas paradas no hay carteles con los horarios, y cuando los hay es más fácil acertar a la primera haciendo la declaración de la renta que entender lo que dicen.
La tecnología, que debería venir en nuestra ayuda en este caso se reduce, una vez más, a un agujero negro presupuestario en que se hacen ingentes inversiones que no sirven para nada. A estas alturas de siglo deberíamos tener ya un sistema en el móvil que nos informe de lo que va a tardar el autobús, o incluso diciendo a dónde queremos ir y dónde estamos nos informe del recorrido más rápido o con menos trasbordos. No es ciencia ficción ni mucho menos, y el propio Google maps lo hace si se le da la información adecuada.
Hay una web, bastante cutrecilla, que es la que sorprendentemente te dirige la página oficial del Ayuntamiento de Lugo. Ese asombro no sale de la sencillez de la página, que no tiene por qué ser algo malo (miren la simpleza de Google) sino por dos elementos: la escasa estética (no es lo mismo cutre que sencillo) y la publicidad en un tipo de letra gigantesco de una empresa particular que no está muy claro qué pinta ahí.
No tengo excesivamente claro en qué condiciones se presta ese servicio, si hay un contrato en vigor (sería raro, vista la proliferación de servicios que se dan sin lo que parece de sentido común, un contrato vigente) o si se ha publicitado para que las empresas puedan dar sus presupuesto y opciones. La información ofrecida es bastante pobre como suele ser habitual.
Pero lo extraño es que el Ayuntamiento de Lugo no ofrezca en su propia página web información sobre los autobuses urbanos sino que te envíe fuera, a otra entidad que resulta ser una empresa privada. No sé, a lo mejor es que ya desconfío demasiado pero qué quieren que les diga, te empujan a ello...
